Dana, la modelo paciente.
La esencia del desnudo con luz al atardecer.

Dana, se presentó una tarde en mi casa para ayudarme a reconciliar con la fotografía de desnudos.

Mi intención inicial era buscar algún escenario sugerente y hacer unas fotos que contaran alguna historia, donde desvirtuáramos la realidad para transmitir algo distinto a lo que otros fotógrafos ya han narrado en múltiples ocasiones.

Pronto cambié de idea.
Ella es una experta modelo que desborda ilusión por la fotografía, tanto si se sitúa a un lado de la cámara como al otro, porque también es fotógrafa.

Con esas premisas, no resultó nada complicado realizar estas fotos.
Pronto me dí cuenta, que quizá la historia que quería contar no era nada importante, porque sencillamente la historia era ella misma.

Su mirada, su cuerpo y su peculiar cara pecosa, no necesitan más accesorios adicionales que no sean la luz natural y su presencia en cualquier sitio del escenario elegido.
Fue un placer comprobar, que tampoco era preciso estudio para hacer las fotos, ni maquilladora, ni ventanas de luz, para sacar su esencia interna en los retratos.

Dana lleva ya unos cuantos años en esto, contagiando a los fotógrafos lo que ellos desean sentir en cada sesión y en cada instantánea.
Sabe leer entre líneas los deseos de la cámara y se mueve por los espacios, anticipándose a tus pensamientos.

En mi caso, me transmitió calma, quietud en sus movimientos, sencillez, profesionalidad y amor, mucho amor por la fotografía.

Quizá, todo lo contrario a lo que practiqué en su día en la escuela con otras modelos de estudio.

Una gran tarde.
Gracias por tu visita Dana.