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FOTOGRAFIAS DE ALMAZAN (SORIA) - SENSACIONES ENCONTRADAS

Esta es una muestra de 60 fotos realizadas con cámara digital Nikon D-70 en Almázán -Soria-, así como en los términos de de Berlanga de Duero y Caltojar, durante los años 2005 y 2006.

© Florencio Sánchez. Prohibida la reproducción total y parcial de las fotografías expuestas salvo autorización expresa de su autor.

 


 
Es Almazán (Soria)

Almazán, billete de ida y vuelta


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Es Almazán (2)


Este es el pueblo de mi niñez y de mi juventud.

La verdad es que uno no sabe muy bien por donde empezar.

A priori, me resulta más sencillo escribir sobre otros trabajos fotográficos que he realizado, bien sobre lugares más lejanos o sobre acontecimientos cotidianos que van sucediendo en Madrid. Por el contrario, en esta ocasión, el reportaje representa un viaje al pasado, a lo más íntimo de las vivencias de mi niñez, a recuerdos de familiares que estuvieron pero que ya no están.

En definitiva es un viaje al interior de mí mismo.

Creo que Almazán y sus alrededores tienen muchas connotaciones especiales, que nunca apreciarían en profundidad los viajeros que se limitan a una visita de fin de semana, bien sea para comer alguna especialidad culinaria de la tierra o para comprar lotería de navidad -como puede ocurrir a partir de este año por haberse vendido El Gordo en la administración nº 1 del pueblo- (Por cierto y por si alguien tiene dudas, yo no he sido agraciado, aunque sí llevaba algún décimo de Almazán)

Esta austera tierra soriana, está claro que merece un mayor grado de contemplación y consecuentemente mucho más detenimiento en su visita. Tiene algo especial que requiere mirar con un punto de lentitud, logrando así mayor satisfacción haciendo cosas que no se pueden llevar a cabo en otros lugares más masificados y convencionales.

No sé como ha ocurrido -quizá se deba al abandono institucional de la provincia-, pero tengo la sensación de que el tiempo se ha detenido aquí y gracias a esto, se pueden disfrutar cosas tan genuinamente diferentes como observar la escarcha de una mañana de invierno, el vuelo en picado de los vencejos atrapando insectos en las tardes de verano -pueden alcanzar velocidades hasta 200 km por hora-, los verdaderos colores del otoño, bien sea en un páramo buscando setas o a través de la visión de los álamos, chopos y sauces de las orillas del Duero.

También, puedes detenerte a observar el horizonte limpio con esa atmósfera maravillosa que se aprecia después de aclarar la lluvia una tarde de tormenta, o sentir el frescor del río en un paseo por los huertos, o escuchar el auténtico silencio por la noche...

Las fotos de este trabajo están enfocadas a mostrar los principales rincones por los que "corría" (tal como suena) de niño. El barrio de Campanario, la muralla árabe y la Puerta del Mercado, algunas vistas del río Duero, los alrededores del monte de El Cinto, el recorrido desde mi calle hasta los huertos, las estaciones de ferrocarril, o lo que se ve a través de la tapia del corral de mi casa...

No he querido mostrar una visión global y turística de los monumentos ni de las tradiciones de Almazán, aunque incluya alguno, sino una visión intimista y más dirigida, que finalmente pueda evocar sensaciones.

Así pues, este tipo de fotografía no pretende ser un reflejo de la realidad, ni mucho menos ser objetiva. En esta ocasión, como soriano que soy, casi podría afirmar que va destinada al consumo propio, al de mis amigos adnamantinos y a las gentes que de alguna manera han "vivido" Almazán.

Indudablemente, también va destinado a los que nunca han estado y que puedan disfrutar con la contemplación de las imágenes.

De los alrededores, sólo incluyo alguna foto realizada en Berlanga de Duero, Coscurita y parajes cercanos a Caltojar.

Una de las cosas que debo agradecer a mi fría tierra y que le comentaba a mi amigo Javier Narbaiza (Periodista del Diario de Soria) -con motivo de un artículo de "Conversaciones con la Soria ausente"- es que mi pasión por la fotografía comenzó a fraguarse en mi niñez y en la vieja cocina de mi casa de Almazán.

Allí, en esos largos inviernos, sentado en una silla de enea, con su mesa camilla y brasero, leía y releía los cómics del Capitán Trueno, del Jabato, y otros personajes del TBO, como la familia Ulises, los inventos del profesor Frank de Copenhague, Josechu el Vasco...

Al fin y al cabo, aquellas viñetas, cargadas de personajes, comenzaron a alimentar mi actual pasión por la fotografía.

Continúa...


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ALMAZAN -SORIA- Reportaje: Actualización DICIEMBRE DE 2006

Fotografía de Autor - Laboratorio tradicional y fotografía digital. (c) Florencio Sánchez Sanz

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